Existes leyes sutiles que son las que rigen el universo denso.
Una, de las más claves, la de simetría, ubica que lo que deseamos lograr afuera en la realidad será fruto de lo que pongamos dentro de cada quien. El basto universo que esto nos invita a considerar, está plasmado en el siguiente escrito, donde el protagonista nos muestra que cuando quiso conducir con carnet profesional para realizar su viaje… entonces en la situación se condujo como un profesional se sujeta a los referentes… y a pura simpatía logró lo que parecía imposible.
Así te lo cuenta:
Se aproximaba la fecha de un viaje a la capital para concretar un documento muy importante. Fue ahí cuando descubrí que mi carnet de conducir había caducado.
La cuenta regresiva estaba en marcha y para el carnet estaba al momento aprobando todos los exámenes médicos necesarios. Llega el examen de la vista. La doctora era una señora con cara de zapato de esas que se nota de lejos el mal genio y la indisposición para escuchar. Veo todo, hasta que en un momento se pone la imagen más oscura y ya los últimos números y letras no los veo. La doctora me explica: Está bien tu vista pero para el carnet profesional se exige un poco más en el examen de visión nocturna. Anda a una óptica, vuelve con los lentes que te receten y repetimos el examen.

Una vez en la óptica (de mucho prestigio y 478mil máquinas sofisticadas) me hacen un montón de pruebas y me comentan que es muy poco el aumento que necesito tal y como dijo la doctora. Según me dicen los lentes que me hicieron eran de graduación 0.25 (de descanso solamente)
Con el paso de los días al acostumbrarme al uso de los lentes, noto que es lo mismo con lentes que sin ellos. Esto me hace pensar que había pagado por unos lentes que no iban a hacer que viera aquellos numeritos que se me hacían imposible.
Explicarle esto a la señora cara de zapato, seguro iba a ser totalmente inútil y no me iba a dar el ok por más que yo había hecho todo lo que se me pidió.
Esto cada vez me preocupaba más y ya me veía discutiendo, con unos lentes que no me servían y sin carnet de conducir.
Llega la mañana del examen y entonces se hace la luz cuando descubro donde estoy fallando. Antes de salir a la clínica me escucho en mis propios pensamientos “Voy directo a armar quilombo” con la idea de justificarme de que yo no era responsable por lo que sucedía. Se supone que toda la maquinaria de la ciencia me había dicho que graduación necesitaba.
Me doy cuenta de que por la vía de “armar quilombo” lo único que voy a lograr es alegar, discutir, reclamar, dependiendo de que otro me solucione; teniendo como resultado un mal momento y la negación del permiso de conducir.
Entonces decido que: aunque crea tener razón para quejarme, me mantengo enfocado en el resultado que quiero manteniendo a raya al “quilombero”, exponiendo mi situación con simpatía. Apenas llego a la clínica noto que en el consultorio del oculista está la doctora que me había atendido y también esta vez hay otra doctora la cual se veía muy agradable. Ya esto era una señal de que optar por la simpatía, de entrada estaba trayendo algo acorde a mi decisión antes de salir.

Van pasando las personas anteriores a mi con la doctora que iba quedando libre y justo cuando me llaman. No es la señora cara de zapato, sino la otra doctora que advertí al llegar. Bienn!! Ya en el consultorio, con toda la simpatía y dejando muy en claro en todo momento que no los hacía responsable por lo que me sucedía, expuse mi caso y la advertí de que yo ya sabía que no iba a ver todo lo que se me iba a exigir en el examen.
Me pongo en el aparato y efectivamente, aunque ella insistió un par de veces, no vi las letras que debía ver ahora con lentes. Después de esto la doctora me explica que no es la primera vez que una óptica no pone el aumento necesario y entonces resuelve que: Tal vez no estaba acostumbrado a los lentes aún, la pequeña falta de vista era mínima y solo en el examen nocturno.
Así que para la próxima vez me iban a exigir otra graduación, pero esta vez “pamm” sonó el sello de aprobado en el certificado. Logrando así, un par de días después tener el carnet de conducir y viajar!!
Aunque yo sabía que era imposible pasar el examen, la solución no estaba en justificarme y pelear por la razón. Esto lo descubrí al escuchar la intención automática en mi que era necesario mantener a raya “armar quilombo”
Danilo Araújo
- Escrito: “Carnet de conducir profesional con simpatía” de Danilo Araújo
- Aportes: María Elena Barroso, Isis Suárez, Gisela Cuman y Olivia San Román
- Edición: Jagger Alvarez
- Diseño para IG y Blog: JKarlos Concepción
- Coordinación: Olivia San Román y Gisela Cuman
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Qué buen relato Danilo! Clarísimo! Un ejemplo de Conducta para conseguir el carnet de conducir!
Felicitaciones!!
Que buena anécdota Danilo!!
Cuántas veces justificamos agarrarnos de las mechas con el otro 😵💫
Que bueno que hayas elegido lograr tu Carnet desde el mejor lugar! 👏
Gracias a cada Aliado que se suma a contar su historia! 👌
Gracias a Maryela y Artes Plásmicas!!! ☀️
Danilo, que impresionante lo que muestras en tu relato, pues moviste la situación por moverte tú dentro de ti. Gracias por contar tu anécdota, de gran aprendizaje para aplicar en las situaciones cotidianas de la vida.
Felicidades Danilo! Gracias Revista Plásmica.